Por estos días se trabaja en el mapeo de las bandas regionales y nacionales que estarán disponibles. En el mercado siguen con atención los movimientos

Con lápiz fino están delineando las regiones. Cuando terminen de mapear el país, será el turno de sacar números con marcador grueso. Una vez listos ambos documentos se llamará a licitación. El Gobierno define por estos días las regiones sobre las que se realizarán las futuras licitaciones del espectro que recuperó el Estado de parte de ARSAT y entre finales de julio y principios de agosto podría concretarse la convocatoria.

Así lo pudo saber iProfesional de parte de fuentes relacionadas con estos preparativos. En este momento se trabaja desde la secretaría de Modernización y sus dependencias en el armado de las regiones sobre las que se llamaría a las futuras licitaciones.

En estos momentos se delinean las regiones en las que se entregará el futuro espectro. Una vez finalizada esta tarea se realizará la convocatoria a la licitación, en unos 45 días, aproximadamente.

El Estado recuperó, por la vía del DNU 58 del verano pasado, el espectro que estaba en poder de ARSAT y sin usarse desde hace varios años, aspecto cuestionado por los expertos del sector que sostienen que si hay frecuencias disponibles deben ponerse a disposición del mercado para mejorar la calidad de los servicios.

Se trata de frecuencias 3G y 4G. Las primeras son regionales y están ubicadas en la banda de 1800-1900 mhz, mientras que las segundas son nacionales y se encuentran en los 700 mhz, y en la banda de 1,7-2,1 mhz.

Las regionales son de interés para los operadores independientes y cooperativas de telecomunicaciones que esperan, así, ingresan en el negocio móvil para complementar su oferta de servicios.

Las nacionales son las que aspiran sumar las tres grandes compañías del sector, Movistar, Claro y Personal. Todo indica que, para poner en marcha este proceso, habrá que actualizar el tope de frecuencias hoy vigente, y que se encuentra en los 140 mhz.

En paralelo, Telecom debería devolver en este tiempo el espectro excedente que posee, producto de la fusión con Cablevisión, y que se compone de unos 80 mhz. Las fuentes consultadas señalaron que la compañía de telecomunicaciones más grande del país está en proceso de devolución. En el mercado también están al tanto del proceso que está encarando el Gobierno.

La última licitación de espectro se produjo en 2014, cuando la Argentina inauguró la era 4G. En ese momento, la gestión anterior logró recaudar más de u$s2.200 millones por las bandas de aquel entonces. Para esta oportunidad nadie se atreve a arriesgar un precio por ahora.

Los expertos del mercado vienen advirtiendo que, en esta instancia, es necesario poner un precio razonable, entendiendo por tal atributo a un valor que implique un esfuerzo de parte de las compañías interesadas pero que no se convierta en un objetivo recaudador de parte del Gobierno nacional.

Avanzar por el camino que sea

La administración nacional había tomado hace tiempo la decisión de poner a disposición de las operadoras móviles el espectro de ARSAT. Lo intentó hace más de un año cuando envió el proyecto de ley corta al Congreso. Texto que logró la aprobación del Senado pero que quedó frenado en Diputados.

Pero aún cuando la decisión había sido lograr una ley, tanto el hoy vicejefe de Gabinete y secretario de Modernización, Andrés Ibarra, como el ex presidente del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), Miguel de Godoy, también habían tomado la determinación de que, si no prosperaba la iniciativa por la vía parlamentaria, se acudiría a otras vías para lograr los cambios pretendidos.

Las resoluciones que se vienen emitiendo desde finales del año pasado y el DNU 58 son una muestra de ello. La última resolución, 865/2019, publicada la semana pasada, obliga a las empresas a comenzar a compartir su infraestructura, y les da un plazo de 30 días para que tengan firmados los acuerdos, y 180 días para que estén efectivamente en marcha los convenios.

La compartición de infraestructura era uno de los temas contemplados en la llamada ley corta, como también el retorno del espectro de ARSAT al Estado para volver a ser licitado.

El Gobierno pretende que, a finales de este año, la cobertura de las redes 4G alcance al 93% de la población. En el último ránking de conectividad de Huawei (Global Connectivity Index), la Argentina ocupa el lugar 55 sobre un total de 79 paises, es decir, que se ubica de la mitad de la columna para abajo.

Aun así, se destaca que el país es, a nivel regional, uno de los que tiene los niveles de penetración de servicios 4G más altos de la región. Pero el informe también señala que una mayor competencia de servicios permitirá que los habitantes se beneficien por mejor calidad y precios.

La búsqueda de mayor competencia ha sido una constante en el discurso de esta gestión y, si bien entre las empresas, se les reconoce haber avanzado en decisiones después de más de 10 años de quietud, también cuestionan que la falta de control de los organismos regulatorios en materia de competencia y concentración económica.

Lo cierto es que la vía de las resoluciones y los decretos en sus distintas formas continúan siendo el modo en que el Gobierno avanza con modificaciones en el ámbito de las telecomunicaciones desde el inicio de su gestión. A nivel parlamentario no logró ninguno de esos objetivos y, teniendo en cuenta que el Congreso ya está virtualmente paralizado por la campaña electoral, este será el camino a transitar durante los próximos meses.

Fuente: iprofesional.com

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