La titular del Enacom, Silvana Giudici, adelanta los desafíos que enfrentará para normalizar el esquema de medios y las telecomunicaciones.
El análisis de Giudici se sostiene en que «la gente cambió los hábitos de consumo» y pasó de los medios tradicionales a contenidos en Internet y plataformas específicas.
Pero para estar en sintonía con esa demanda, la Argentina debe hacer frente a una serie de temas en los que registra cierto atraso, no sólo con respecto al resto del mundo sino también de la región.
Por un lado, el acceso a Internet, tanto móvil como fijo, es todavía escaso en algunas ciudades del país, especialmente en aquellas más alejadas de la Capital Federal.
Por otro, la regulación no está a tono con las últimas innovaciones en materia de telecomunicaciones que permiten ofrecer servicios «paquetizados».
Estas son algunas de las asignaturas pendientes para promover el mercado «telco» que el Enacom se ha fijado resolver durante este año.
Más cobertura
«Queremos en 2019 llegar al 93% de la población con cobertura de con 4G», asegura Giudice, tras señalar que la cifra se ubicó en 58% en diciembre, según el cumplimiento de la expansión establecida por los pliegos de licitación más la aceleración para ciudades turísticas.
En este sentido, el Enacom cuenta con un sistema de monitoreo en tiempo real para observar la habilitación de nuevas zonas de cobertura con la cuarta generación de comunicaciones móviles.
Respecto de la tecnología 5G, que ya están probando las diferentes operadoras, la funcionaria señaló que «se está discutiendo sobre qué bandas se utilizará» en la Argentina.
Por otro lado, la funcionaria se marcó otro objetivo: «El desafío para 2019 será la última milla». Con este término se denomina al tramo final de la infraestructura de telecomunicaciones que llega al hogar del usuario.
Esta cuestión es sencilla en ciudades y pueblos en los que hay operadores grandes o pequeñas y medianas empresas que ofrecen Internet y conectan a sus clientes al nodo de fibra óptica. Pero no ocurre lo mismo en todo el territorio nacional.
La funcionaria aseguró que el organismo que dirige promueve que la última milla se cubra en todo el país «a través del fomento a las Pymes, las redes comunitarias y otros ensayos».
«No descartamos proyectos experimentales entre el Enacom, el Servicio Universal y ARSAT para poder llegar con Internet a los hogares. Estamos viendo con qué combinación de tecnologías podemos hacerlo», subrayó.
El fondo de Servicio Universal ronda los $4.000 millones y se nutre del aporte de todas las empresas de comunicaciones que operan en la Argentina.
Crisis de los medios
Los medios de comunicación «tradicionales» están en crisis: mientras algunos se encuentran en etapa de ajuste, otros están cerrando. Algunos ejemplos son las radios América, Rivadavia y El Mundo, entre otras frecuencias de histórica trayectoria.
En este sentido, Giudici afirmó que al sector audiovisual lo afecta «no sólo la falta de permisos y de espacio en el espectro, sino que cambió el funcionamiento de las radios analógicas».
«La gran amenaza es el cambio de paradigma de consumo. Tenemos que ser todos muy amplios a la hora de debatir y buscar soluciones de largo plazo», remarcó.
«La ley es uno de esos momentos», afirmó en referencia a la discusión prometida y nunca realizada de una legislación marco para la industria de telecomunicaciones y radiodifusión, proyecto en el cual la funcionaria trabajó durante los dos primeros años del gobierno actual.
«Este debate permitirá discutir seriamente cómo, en un momento de transición tecnológica, se permite el ingreso de lo nuevo y se otorga a los argentinos las mismas ventajas de la tecnología que tienen todos los ciudadanos del mundo, preservando los bienes culturales», completó.
Giudici abrió así una vieja grieta entre los reguladores que consideran necesario que la normativa se adelante a la tecnología y quienes prefieren generar reglas de amplio alcance sin adentrarse en la especificaciones técnicas para no quedar atrasados respecto de las innovaciones.
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